Me dedique a extrañarte,
cuando el sol no surgía,
en cada copa vacía,
a la hora del té,
cuando yo prefería café.
Me dedique a pensarte,
cuando era irrelevante,
en cada segmento del día,
sobre la nieve que caía,
cuando yo prefería calor sin despedida.
Me dedique a olvidarte,
cuando aparecías,
en cada mirada vacía,
entre risas permitidas,
cuando yo te prefería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario