Ya no creo,
en tus palabras,
confesiones o tus brasas.
Ya no te veo,
en sueños,
deseos o ansias.
Ya prefiero,
mis días enteros,
sin tus malas mañas.
Ya me dejo,
sin abrigo,
emancipado de tus artimañas.
Ya convoco,
a mis fantasmas,
que me hablan.
Lejos de ti,
vuelvo a mentir,
pero ahora con más ganas.
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