Déjame acercar,
lentamente a tu oído,
déjame contarte mis historias,
lo que ahora vivo.
Déjame hablarte tranquilo,
relatarte el universo,
que descubriré contigo.
Déjame enseñarte caminos,
que nos obsequia el destino,
si tú y yo lo permitimos.
Déjame compartir,
tus miedos, mis instintos,
que enfrentaremos cautivos.
Déjame escucharte,
decir que es cierto,
que no tendremos pretexto.
Déjame afirmar,
que todo llega,
y no siempre cuenta su final.
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