Cuando tus letras,
deciden contemplar mi soledad,
los rincones donde no estas,
solo queda respirar.
Ver pasar,
cada segmento del reloj,
agujas que lentamente,
se encuentran y repetirán.
Solo queda respirar,
inundado de tu ausencia,
incubando estas ganas,
de volverte a mirar.
No tardes que,
a cambio estoy dispuesto,
y solo para ti ofrezco,
un sin número de besos sin tasar.
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