Que tienen esos ojos,
que tan solo con mirarme,
se desprenden de mí,
cientos de antojos.
Confundiendo mi ignorancia,
se callaron todos mis miedos,
entre dichos y vernos,
se encendió por ti mi deseo.
Juro que sobreviví,
a sus intimas miradas,
lo verde de su iris,
conjunción que no dio calma.
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