Somos,
de quien nos contiene,
alberga,
enloquece.
Somos,
de quien,
nos deja espacio,
para respirar.
Somos, de quien,
nos permite blasfemar,
y luego de unos cuantos intentos,
da centro sin especular.
Somos,
cautivos de sus actos,
aquellos que nos dejan en libertad.
Somos,
parte de su cotidianidad,
que aun sin fuerzas,
nos protegen en verdad.
Somos, a pesar,
de querernos lastimar,
esclavos,
de su bienestar.
Somos parte,
testigos,
a veces amigos,
de su afán por mejorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario