No tan afortunado,
aunque joven,
me siento derrotado,
con el camino manchado,
más que desilusionado.
Tristemente albergado,
inconcebible y clausurado,
tal vez todo se deba,
a esta lluvia sin estar a su lado.
Un poco despiadado,
incomprensible y blasfemando,
olvidado entre los que pierden,
su destino que fue apostado.
Mal tratado,
resumido a pocos actos,
delirante entre los aceptados,
absorbiendo parte de mi pasado.
Tal vez todo se deba,
a estas ganas de olvidar,
mis mejores ratos,
que se conciben siempre a su lado.
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