Nadie te puede apreciar,
como yo lo intente,
nadie te besara,
como yo te bese.
Nadie jamás entregara,
su alma prestada,
nadie te deseara,
como te extraño yo.
Esas y otras más,
son las mentiras que repito,
cada mañana al despertar,
sin poderte abrazar.
Esas y otras más,
son las escusas que encuentro,
para la calmar el vacío,
que dejaste cuando decidiste marchar.
Esas y otras más,
son las premisas,
que me permiten continuar,
cada día sin dejarme derrotar.
Esas y otras más,
son las cosas que me digo,
perdido, sin camino,
olvidando mi bienestar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario