Entre copas y preguntas de más,
la vi llegar,
con su suave forma de transitar,
tintura en su cabello,
y esa sonrisa que te permite alucinar.
Busque el instante adecuado,
me acerque con cuidado,
le pregunte aterrado,
no recuerdo que estupidez,
con tal de hacerme notar.
Inmune a mis encantos,
me sentí despiadado,
herido sin engaños,
otro más del lugar,
pero con ganas de interactuar.
Todo fue tan sencillo y complicado,
platicando de anécdotas y pecados,
historias de tiempo pasado,
que nos fueron acercando,
un poco más de lo esperado.
Y no escribiré,
los detalles sucedidos,
que hoy me tienen encadenado,
obstinado con sus encantos,
marioneta de sus actos.
la vi llegar,
con su suave forma de transitar,
tintura en su cabello,
y esa sonrisa que te permite alucinar.
Busque el instante adecuado,
me acerque con cuidado,
le pregunte aterrado,
no recuerdo que estupidez,
con tal de hacerme notar.
Inmune a mis encantos,
me sentí despiadado,
herido sin engaños,
otro más del lugar,
pero con ganas de interactuar.
Todo fue tan sencillo y complicado,
platicando de anécdotas y pecados,
historias de tiempo pasado,
que nos fueron acercando,
un poco más de lo esperado.
Y no escribiré,
los detalles sucedidos,
que hoy me tienen encadenado,
obstinado con sus encantos,
marioneta de sus actos.
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