Ese par de recuerdos,
que encontré bajo mis sabanas,
la nostalgia de tu boca,
el tormento que es seguir sin tus besos.
Los pucheros,
de tus gestos,
tus caminatas desnuda,
por mi piso.
Tus palabras pronunciadas,
una y otra y otra vez,
alaridos de deseo,
que intente entender.
Mis días de visita,
olvidando el malestar,
los versos escondidos,
que te quise dedicar.
Pero sigo aquí,
sin ti,
conmigo,
recordando lo que fui.
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