Cada noche,
cuando no esta,
no tengo preguntas,
no me apetece platicar.
Recuerdo,
lo brillante de su piel,
lo brillante de su piel,
cristales opacados,
y la dicha que producía,
escucharla reír.
No me percibo así,
vuelvo a caer,
cada vez,
que me tienta sin pretender.
No sé si esto sea parte,
de volverme a concebir,
infranqueable, vulnerable,
con escaso sentido.
Determinado al fracaso,
al sentirme,
confundido, consumado,
sin valor de intercambio.
Determinado al fracaso,
al sentirme,
confundido, consumado,
sin valor de intercambio.
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