Entre besos,
tres broches inquietos,
me enredo con tu cuerpo,
te deseo.
Sin miedo,
se configuran movimientos,
aprendo a encontrarte,
no importa en lo que creo.
Me ato fuerte,
a tus brazos,
no quiero dispersarme,
cuando me siento completo.
Y así, te espero,
libre e imponente,
desnuda para mí,
es más fácil confesarme.
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