Yo fui,
esclavo de sus actos,
anhelos de sus ganas,
primer objetivo de sus desencantos.
Fui,
amante de sus caprichos,
conserje de sus cesantías,
otro nombre ya listado.
También fui,
alguna de sus vidas,
amante en despedida,
carente de mis días.
Y hoy ya no me engaño,
me alejo como tal suicida,
aferrado a mis deseos incautos,
recordando sus malos ratos.
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