Tantas horas despierto,
tantos escritos ciertos,
tantas frases resuelto,
tanto que no llegue a ser tercero.
Le dedique tanto,
bebidas, besos,
caricias y sueños,
a quien no debía.
Tanto que fue cierto,
testigo es el recuerdo,
tanto que se inquieta,
cuando le permito olvidar.
Le dedique tanto,
que maldigo y suspiro,
por evitar nuevamente,
dejarme sin libertad.
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