De dioses nuevos y antiguos,
se llenó mi tiempo.
De pecados disfrutados,
comprendí el deseo.
De palabras calladas,
alimente el destierro.
Y no volveré atrás,
a pesar de miedos.
No concebirme más,
igual es mi empeño.
Que vivir,
no está consumado,
y con cada amanecer,
me siento renovado.
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