Hay días para estar,
días para albergar,
días que olvidar,
días para el sexo,
aveces, también para abrazar.
Hay días para reflexionar,
días oscuros,
días inciertos,
días tan cortos,
también para blasfemar.
Existen días,
que toca aceptar,
otros cubiertos,
de suerte y sin antifaz,
días con casualidad.
De días, estamos hechos,
con su inicio y final,
aunque a veces,
se entrelazan de tal forma,
que no sabemos cuándo terminarán.
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