La noche acompaño,
nuestra caída al agujero,
de los instintos inquietos,
que dominaban estos cuerpos.
nuestra caída al agujero,
de los instintos inquietos,
que dominaban estos cuerpos.
Sin ganas de vivir con miedo,
lastimamos el recuerdo,
de días inciertos,
entre deseo y pensamientos.
lastimamos el recuerdo,
de días inciertos,
entre deseo y pensamientos.
Pude llamar,
estrellas por su nombre,
planetas que se colaban,
entre mi ventana,
y los sueños de sala.
estrellas por su nombre,
planetas que se colaban,
entre mi ventana,
y los sueños de sala.
Pude albergar,
mil historias o cuentos,
inventados al azar,
concebidos para abrazar.
mil historias o cuentos,
inventados al azar,
concebidos para abrazar.
Y ahora,
puedo escribirte,
varias líneas de más,
sin temor a equivocar.
puedo escribirte,
varias líneas de más,
sin temor a equivocar.
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