De un lugar a otro,
creyendo siempre encontrar,
presentimientos,
señales, señuelos,
que me permiten afirmar,
que cada paso recorrido,
me acerca un poco más.
Conocí el destino,
aquel que me abandono,
hace un tiempo,
desaparecido,
desterrado, olvidado,
por cada intención,
de vivir lo deseado.
Al igual que mis demonios,
a veces lo extraño,
cuando recuerdo,
un poco ese caos,
de creer, en aquello,
que se suponía,
era mi legado.
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