De ti amé,
tu forma de caminar,
besar,
maldecir,
interactuar.
De ti aprendí,
como disipar,
cada inútil presentimiento,
cuando no estas.
Por ti sobreviví,
a mi forma de lastimar,
concebir e idolatrar.
Contigo recobre,
mis días prohibidos,
anécdotas sin sentido,
ideales comprometidos.
Sin ti,
ya no me siento vacío,
dependiente, oprimido,
circunstancial o permitido.
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