Nos dedicamos a jugar,
despiadada e inútilmente,
jugamos sin azar.
Nos encontramos sin pensar,
entre la cotidianidad,
y la espera de algo más.
Nos dedicamos a disfrutar,
cada instante sin cuestionar,
cuando debíamos despertar.
Nos confundimos al encontrar,
de tanto un poco,
de nosotros, libertad.
Nos dedicamos,
entregamos, persistimos,
intentamos,
y hoy simplemente,
no dejamos de buscar.
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