Tienes un rostro,
que no está arruinado por la belleza,
dices e insistes,
que debemos continuar juntos.
Recuerdas hasta la primera vez,
que decidí dejar de lado,
miedos y anhelos,
mis sueños profanados.
Llevaron a contarte,
caprichos de mis días,
estas ganas de parar el latido,
que resuena en mi cotidianidad.
Dices e insistes,
que nada será igual,
los errores por llegar,
no se compararán.
Dices e insistes,
el vacío que dejaste,
no tienen forma de llenar,
volverte a recrear.
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