Idolatrarte,
no me hizo daño,
quererte fue mi engaño,
darte prioridad,
parte del escenario.
Entregarme,
era necesario,
sucumbir,
alterarme,
fue parte del regalo.
Y así,
deje de ser,
me confundí,
altere hasta mis desengaños,
me dedique.
Para darme cuenta,
que, sin mí,
nada podía ofrecer,
más que la cuota,
exigida y por venir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario