Cuando dormías,
la noche estaba fresca,
tu rostro oculto,
entre cabellos crespos.
Mientras dormías,
me dedique a delinear,
tu pálida silueta,
sobre aire sin repisar.
Si tú dormías,
yo solo pretendía,
saciarme en la escena,
de tu piel dispuesta.
Tú dormida,
yo liberado,
de cada desencanto,
deleitado en tu compañía.
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