Me dicen y repiten,
que olvide mi tiempo con vos,
que deje atrás tu recuerdo,
que libere tus caderas,
que niegue tus besos,
que ahogue tu aroma,
que reconozca mis miedos,
que acalle tu voz en mi cabeza.
Y sé que es cierto,
lo entiendo, comprendo,
pero aun así me niego,
fantaseo despierto,
porque sigo escribiendo,
porque me inspiras sin miedo,
porque me deleito al nombrarte,
sin versos sé lo que pierdo.
Y no quiero volverme a sentir,
dichoso, casi completo,
no pretendo hacerte venir,
solo me gozo,
cada momento al describir,
la tormenta que provocas,
que líricamente se produce,
cuando te vuelvo a escribir.
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