Eres mi musa,
la única,
la que no da espera.
Musa,
cuando la influencia,
de tus actos y recuerdos,
me obligan a escribir,
letras con pretextos,
antojos que aun quiero.
Musa,
que obsequia,
deseos incompletos,
anécdotas sin demora,
canciones que tarareo,
caprichos manifiestos.
Solo tú mi musa,
que inspira sensaciones,
que se mantienen,
a pesar del tiempo,
delirios de locura,
de aquel tiempo perfecto.
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