Te dije,
confía en
mí,
se parte de
mis días,
dame la
oportunidad.
Te mostré,
mi lado más
amable,
mis ganas y
lamentos,
te obsequie
hasta mis anhelos.
Fue tan
incierto,
nuestro
deseo,
mostrarte
dije,
que
estaba dispuesto.
Ahora,
respiro por
conveniencia,
evitando
malentendidos,
porque ya
no soy el mismo.
Y pasó mi
tiempo,
buscando
complacer,
cada
perdido intento,
de creerme
cautivo,
a tus
caprichos y tus miedos.
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