No soy tu príncipe
azul,
parte de tu
confusión,
ideal o
intención,
no quiero
más que dejar de navegar,
entre lunas
y quimeras.
No soy la ilusión,
no soy la
salvación,
no soy tu
perdición,
no soy tu
compañero,
tu
maldición.
Soy carne,
soy sangre,
soy
estanque,
soy disidente,
soy anima
sin religión.
Soy monumento,
soy
inquebrantable,
hasta que
decidas pernoctar,
dejar de
emancipar,
cumplir tu
deseo,
sin
especular.
Y seré tu
sueño,
cuando
decidas despertar,
y seré tu
empeño,
si te dejas
de lastimar,
seré
mendigo,
si tus
actos alimentan sin intercambiar.
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