Entre murmullos,
mi capacidad de blasfemar,
tu desnudo disfraz,
y el arte de pernoctar.
Cuando la risa nos dejó presumir,
que, entre tantos,
a pesar de los miedos,
se podría disfrutar.
De los suspiros profanos,
amantes sin etiqueta,
que libres nos conformamos,
con solo lo prestado.
Algunas noches,
no estoy solo,
aunque siempre duermo,
sin cuestionar cualquier porqué.
No me interesan las películas de miedo,
contigo quiero aprender,
a dejar de proteger,
mi lado más inquieto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario