No me dejo abatir,
Se desenvaina mi espada,
Cada vez necesaria.
No dejo me sucumbir,
Lucho con ansias,
Mi bandera siempre gana.
No me dejo confundir,
Soy dueño de legión,
Que acompaña el combatir.
No me dejo prevenir,
Siempre al duelo,
Victorioso,
Logro sobrevivir.
No me dejo al devenir,
Controlo un ejército,
Ellos confían en mí.
Me proclamo dueño,
Señor y feudo,
Y no puedo más,
Que ser mi ultimo intento.