A veces tengo suerte,
a veces tengo mucha suerte,
no pienso en mi orgullo,
miro al cielo,
ya no está vacío,
puedo sentir su reflejo,
cuando me quedo inquieto.
A veces tengo mucha suerte,
observo los restos del pasado,
no siento más el caos,
me alegro y agradezco,
tan profundo, tan despacio,
que logro acariciar,
mi destino en realidad.
A veces tengo tanta suerte,
como el día aquel,
donde no dejaste,
más opciones que platicar,
dijiste tu nombre,
y mis manos no detuvieron su temblar.
A veces tengo la mejor de las suertes,
de poderte contemplar en las mañanas,
de saber,
que a mi lado estas.