Tú, con el misterio,
pareces ángel de nuevo.
Yo, sin tanta duda,
acercándome al matadero.
Tú, incomprendida,
con cada nuevo sueño.
Yo, tan dedicado,
a cada uno de tus miedos.
Tú, poco satisfecha,
entre fabulas y entierros.
Yo, a tientas,
codiciando tus besos.
Tú, siempre sin dueño,
acompañada de pendejos,
Yo, alterando el tiempo,
con cada uno de mis deseos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario