Ecos de tu voz,
Aún resuenan,
En cada rincón, en mi habitación,
Por donde camino.
El sonido de tus pasos,
En tus tacones altos,
Que tanto juego hacen,
A tus piernas alargadas.
El aroma de tu piel,
Junto aromas mezclados,
Flotando entre mis brazos,
Impregnados se han quedado.
Mis recuerdos de ti,
Tus movimientos delicados,
El tono que utilizas,
Cuando me miras, sin miedo, sin reparos.
Como siempre tu sonrisa,
Que atesoro sin preguntarlo,
Que me dice que es correcto,
Seguirte sin dudarlo.
Tu ausencia que se llena,
De escenas y caricias,
Momentos cotidianos,
De tenernos y besarnos,
Fragancias, palabras y encanto.
Tu ausencia que recuerda,
Porque tanto tiempo ha pasado,
Por qué estás aquí, conmigo,
Porque esto que vivimos,
Se ha convertido, en lo más apreciado.
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