Tan cómodo,
con su mirada,
idolatrado,
cuando me habla.
Erradicado,
si calla,
postergado,
mientras se calma.
Deseando,
su piel acariciada,
recordando,
nuevamente su cara.
Obligado,
entre maniobras y ganas,
desesperado,
sin escuchar su palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario