No hay gloria,
en dejarse vencer,
no hay victoria,
que te permita desvanecer.
No hay obsequios,
en dejarse convencer,
no hay caprichos,
que no puedas satisfacer.
No hay memoria,
en dejarse complacer,
no hay anécdotas,
que calles al posponer.
No hay momentos,
en días sin recorrer,
no hay reproches,
que se deban esconder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario