Tan intranquilo,
sin su mirada,
sin su cariño.
Desvanecido,
entre caníbales,
huyendo con delirio.
Ocupado,
recordando,
su piel blanca.
Obstinado,
con su cuerpo,
desnudo de caricias.
Obligado,
a continuar,
tan desterrado.
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