El engaño
de mis días,
los
recuerdos que no están,
la
paciencia de intentar,
desear sin
pausar,
el tiempo
que transcurre,
entre
miedos y ya vendrá.
Las malas compañías,
que
obligaron a pensar,
lo obscuro
de mis actos,
las ganas
de arruinar,
cada nuevo encanto,
cada volver
a comenzar.
Las dosis
de más,
sin
principio de realidad,
testigos de
mi cotidianidad,
compañeros
del teatro,
que
implicaba desprenderse,
intentando
no lastimar.
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