Lo que está roto,
no puede,
volverse a quebrar,
lo muerto,
no vivirá.
Mis deudas pasadas,
no podré conciliar,
solo intentar,
no volverme a engañar.
Mis temores,
se llaman fantasmas,
me acongojan,
acompañan.
Se malinterpretan cuando quieren,
los cuido,
cuando,
me conviene.
Mis días no son igual,
aun me siento a fumar en el sofá,
despierto,
pensando qué llegara.
En medias,
ahora,
me gusta caminar.
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