Entiendo tus miradas,
como si fueran pretextos,
acaricio,
cada uno de tus gestos.
Aumento el grado,
de mis consentimientos,
espero,
dedicarte más tiempo.
Reitero lo que no fui,
sin mentir lo intento,
delicadamente,
pero no tan sutil.
Admiro tu forma de conjugar,
tus ratos de momentos,
ya te lo dije,
no eres como nadie más.
Frágil y convencido,
sin temor a que pensar,
con algunos resentimientos,
me asombro junto a ti.
Sin importar la dicha,
los días por venir,
únicamente en tu compañía,
busco ser yo mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario