Caminaba,
Podria creer, que aprendi a reír,
Esperaba, sin perturbar,
Cada día, una nueva oportunidad.
Estaba herido,
En pedazos construido,
Separado del tiempo,
Viviendo cada día, sin cuestionar.
Me mostraste,
Lo que podría perder,
Entre tus besos y dietas,
Tus caricias sin etiquetas.
Me enseñaste,
Que los caprichos hacen daño,
Cuando recordamos,
Que nos estamos dedicando.
Me nombraste,
Mis musas más terribles,
Le diste sentido,
A sus detalles irreparables.
Y así,
Puedo existir,
Nuevamente, conmigo o sin ti,
Contigo cuando decidimos compartir.
Y así,
Pude sobresalir,
De tus recuerdos rotos,
En tus días dichosos.
Y así,
Pude sentir,
Que entregarme no era suficiente,
Cuando decides volver,
Y volverte a marchar.
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