Tenía un secreto,
talvez pequeño,
talvez risueño,
ella tenía su secreto.
Tenía un secreto,
talvez disperso,
talvez eterno,
ella tenía más de un secreto.
Y así me descubrí,
ebrio de misterio,
oculto entre sueños,
esparcido en el terreno.
Y así me encontré,
sin ángel y encubierto,
con puro deseo,
inerte en desastre,
obligado a dejarle.
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