Si te miento o deseo,
si insisto hasta el fastidio,
si te aprecio más que a mi gato,
si te aviento por mis encantos.
Si te observo obstinado,
si te pierdo con mis enfados,
si te convierto en pasado,
si te sumerjo en lo recordado.
Si te obsequio a lo prestado,
si te muerdo en tu regazo,
si te confiero mi legado,
si te sumo a mis fracasos.
Así debía serlo,
sin tanto predicamento,
sin sentirme complicado,
sin darte mi aliento.
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