Tu recuerdo errante,
transita sin llenar el vacío,
de mis días detenidos,
de signos, antojos o sentido.
Tus locuras inquietas,
domingos de dragones,
tantas noches,
y alegres despertar.
Como extraño tus gestos,
tú forma de hablar,
en total serenidad,
extraño nuestra libertad.
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