Tan profundo,
tan
profundo como permití,
dejarme abatir.
Tan solo,
sin llave,
o cerradura
permitida.
Quebrado,
quebrado
sin disfraz,
esperando
la señal.
Tierra prometida,
dónde
estar,
hay estrellas
por desembarcar.
Cada soplo,
cada
sentimiento,
cada
conmoción,
fue lo que
me impulso a ti.
Cada forma
de imaginar,
cada
tentación,
cada
pequeña confusión,
fue lo que
me arrastro a ti.
Cada sonido
malintencionado,
cada espera
culminada,
cada gran desilusión,
fue lo que
me guio a ti.
Cada fase
de alfa o beta,
cada dulce
traición,
cada única
maldición,
al estar
contigo.
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