Necesitaba sentirme mejor,
aun con la mirada nublada,
tan ciego como la madrugada,
maltrecho por convencimiento,
dudando de perseguir el intento.
Pude dar vuelta atrás,
repetir palabras sin cuestionar,
gastar tinta sobre papel,
cantar sin escuchar,
dejarte de lado y olvidar.
Pero aun respiro,
a fondo cuando te veo caminar,
acomodar tu cabello,
sonreír al interactuar,
sin piedad te vuelvo a invocar.
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