Nombrando tus ojos,
Su color, forma y reflejo.
Ahora entiendo,
Me doy cuenta, comprendo,
Que solo son pretexto.
Son herramienta,
Utilizada por tu mirada,
Para cautivarme y condenar.
Porque es tu mirada,
Que cambia al discriminar,
Ocultando el azar.
Es tu mirada,
Cautiva y abnegada,
Presente y delicada.
Tu mirada,
Cómplice de labios,
Pómulos y cejas por ordenar.
Solo tu mirada,
Sin palabras dice más,
Que todo lo que hasta hoy,
Te escribo sin parar.
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