Hace un, un tiempo,
En un lugar no tan lejano,
Existía una ciudad…
Aun me parecía increíblemente hermoso
y despiadado, ver los “contrastes” de
sus barrios, reconocer de nuevo su norte y su sur, casas, claro, mejores que la mía, casas
donde estoy seguro toda la familia colaboro en su ampliación y en muchos casos su construcción…
Es inevitable darse cuenta de
estos “contrastes”, en gran parte ocasionados por los niveles socio económico,
educativo y demás, ya saben esas cosas. Como empecé,
es inevitable en un momento dado, dejar de mirar las estructuras para mirar a
la gente, las personas, el sujeto. Es en verdad nuevamente realista, reconocer tan variadas, sutiles y envidiables diferencias.
En esta época de alientos de paz,
infinidad de rostros en pasacalles con su color y logo muy bien pixelado, en época
de cierres y cambios, en donde invertir en lo social como lo hizo esta ciudad,
fue grandemente criticado (en lo personal, considero que los resultados de esta
inversión humana, se verán en los próximos 5 a 10 años).
En esta época, tan rápida en su
andar calendario y tan diferente en sus sensaciones, en esta época, en esta época, desearía ver
lo que ahora siento, verlo en los otros... Si
dejamos de analizarlo, lo decimos sin rodeos o tapujos, es tener esperanza…
Realmente es fácil, su metodología
es: tener esperanza, simple esperanza. Se acuerdan de Brasil 2014 (me refiero a la
copa mundo de fútbol). Los que viven en
este país donde queda esta ciudad, entenderán que fue una de las mejores épocas
del año, esas cortas semanas, con cortos e interesantes tiempos de
espera entre partido y partido, un equipo sin su mejor jugador, un inicio
tan “esperanzador”.
En esa época, solo se sentían cosas buenas de todos, todas y todo. Me refiero
a que la cotidianidad de esos días permuto, se volvió alegre, dispersa y divergente, hasta hedonista. Eso que vivimos casi todos, es lo que
entiendo se describe con la palabra: esperanza.
Quisiera sentir ese todos, todas y todo. En esta época, es
importante y realmente concluyente, que nos centremos los de aquí, en una causa común, la que aparentaba ser más grande y realmente
alcanzable (para los que sentimos tiempos con el ingrediente de la esperanza), con
sus aciertos, errores, que parece en momentos impredecible, me refiero a eso que puede
terminar en lo que llaman “Paz” (mejor “fin del conflicto armado con los
grupos guerrilleros”, lo otro, otra cosa es), no debería sentirse tan lejano, imposible, tan problema de otros, tan negocio, injusto, repetido, tan oculto, tan programa de tv.