Te he seguido,
por distancias, estrellas y universos,
te he perseguido,
entre calles y razones,
te he presumido,
hablándole a mis temores.
Te he visto,
de cerca, a cientos de metros,
te he observado,
en tus marchas y recorridos,
te he conversado,
tan solo en mis sueños.
Que he perdido,
tu aroma y sentido,
tu lecho y castigo,
tus miedos y delirio,
te he escrito,
sin conservar suspiro.
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